Un sistema de transporte sostenible sería el que:
- Permite responder a las necesidades básicas, con seguridad y de manera compatible con la salud humana y el medioambiente, y fomenta la igualdad.
- Resulta asequible, opera equitativamente y con eficacia, ofrece una elección de modos de transporte y apoya una economía competitiva, así como el desarrollo regional equilibrado.
- Limita las emisiones y los residuos dentro de la capacidad del planeta para absorberlos, usa energías renovables al ritmo de generación y utiliza energías no renovables a las tasas de desarrollo de sustitutivos de energías renovables mientras se minimiza el impacto sobre el uso del suelo y la generación de ruidos.
Para lograrlo se tienen que habilitar recursos, implantar medidas y cambiar tendencias, todo lo cual hace necesaria la concienciación e implicación de toda la sociedad y la colaboración entre las diferentes Administraciones para alcanzar soluciones integrales que supongan un cambio en la tendencia.
Por su parte, los beneficios del vehículo eléctricos son energéticos al favorecer la diversificación energética y menor dependencia exterior; medioambientales ya que implican una reducción de emisiones de gases contaminantes y de CO2; y para el Sistema Eléctrico, dado que, en un futuro, la capacidad de almacenamiento del parque de vehículos eléctricos se podrá utilizar para los servicios de ajuste del sistema.
Son una solución óptima para disminuir las emisiones de contaminantes locales, ayudando a la mitigación del cambio climático y sus efectos adversos.
El vehículo eléctrico es el único cero emisiones en su propulsión y además es silencioso y de conducción suave y agradable. Es energéticamente más eficiente que el motor de combustión interna. Mientras que un motor de combustión interna tiene un rendimiento energético del orden del 27%, en un motor eléctrico es del orden del 75%.
La recarga de un vehículo eléctrico se puede realizar mediante puntos de recarga en el hogar o en el ámbito privado y también se puede llevar a cabo mediante las estaciones de recarga que se pueden encontrar en otros espacios públicos (aparcamientos públicos, estacionamientos de centros comerciales, vías públicas, estaciones de servicio, etc.).
El Plan Nacional de Energía y Clima prevé unos 5 millones de vehículos eléctricos en 2030, de los cuales, 3,5 millones, se estima que serán turismos.
La Junta de Extremadura aprobó su “Estrategia Regional para el impulso del Vehículo Eléctrico en Extremadura. Horizonte 2018-2030”, la cual, marca las líneas principales de actuación para “contribuir a un nuevo modelo de movilidad en Extremadura, apoyado en los principios de seguridad, eficiencia y sostenibilidad medioambiental y económica, mediante el impulso de la movilidad eléctrica en línea con los principios de una economía verde y circular y a través del estímulo de mercados emergentes y la creación de redes y servicios innovadores”.